miércoles, 4 de diciembre de 2013

Vegetarianismo y las religiones del mundo


Siempre me ha llamado la atención el típico "argumento" que las personas que consumen carne dicen a los vegetarianos: "Dios puso a los animales para que el ser humano hiciera uso de ellos. Por tanto, podemos comerlos". Impactante, pues si realmente existe un dios, ¿qué misericordia realmente tiene si permite que seres sintientes sufran de esa manera? Si es un "ser perfecto", ¿por qué no creó una alimentación que no involucrara matanza y tanto sufrimiento? Sin embargo, en la columna de hoy, quisiera mencionar el respaldo que las religiones del mundo dan al vegetarianismo.
  • Cristianismo y judaísmo
En el Antiguo Testamento, en el Génesis, se señala: "Y Dios dijo: Ved que os he dado toda hierba portadora de simiente que hay sobre toda la superficie de la Tierra; y todo árbol portador de frutos con simiente os debe servir para alimentaros" (Génesis 1,29). Luego, continúa: "Y Dios, el Señor, mandó al hombre: comerás abundantemente de cada árbol de este jardín" (Génesis 2,16).
Respecto a comer carne, la Biblia es bastante clara: "Así como las verdes hierbas, os lo he dado todo. Solo no comeréis carne con su vida, que es su sangre. Y ciertamente exigiré la sangre de vuestras vidas; la reclamaré por cualquier animal" (Génesis 9,3-9,5). Categóricas son las Sagradas Escrituras en los proverbios 15,17: "Mejor un plato de legumbres con amor que un buey cebado, pero con odio".
Tanto para cristianos como para judíos y musulmanes, nos dice Isaías: "Sacrificar a un buey es como matar a un hombre" (Isaías 66,3).
En los escritos esenios, Jesucristo señala: "En verdad os digo que quien mata se mata a sí mismo y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte. Pues en su sangre cada gota de ella se transforma en veneno; en su respiración hiede la respiración de ellos; su carne hierve; sus huesos se convierten en yeso; sus intestinos se pudren en sus intestinos; sus ojos se llenan de costras y sus oídos de cera. Y su muerte será la suya propia" (El Evangelio esenio de la paz, libro 1). Luego dice: "En verdad os digo que los que participan en beneficios que se consiguen haciendo algo injusto a las criaturas de Dios no pueden ser honestos, ni a los que tienen las manos manchadas de sangre o sus bocas contaminadas por la carne les pueden afectar los temas sagrados ni aprender los misterios del reino" (El Evangelio de los doce santos, lección 38).
  • Islam
El profeta Mahoma, para el Islam, es autoritario con el tema: "Alá no da compasión a nadie excepto a los que muestran compasión con otras criaturas. Donde haya abundancia de vegetales, descenderán los ángeles sobre ese lugar" (El profeta Mahoma, Hadiz). Luego: "Lo que tenéis prohibido (para comer) es: la carne muerta, la sangre y la carne de cerdo [...]" (El Corán, sura 5: La mesa servida, aleya 3).
El profeta Mahoma es explícito con su primo Alí: "Oh, Alí, no deberías comer carne. Si comes carne durante 40 días, esas cualidades se transmitirán a ti. Por ese motivo tus cualidades humanas cambiarán, tus cualidades de compasión también cambiarán y la esencia de tu cuerpo variará. Oh, Alí, no deberías comer carne" (Muhammad Rahim Bawa'Muhayad-din, Sufi místico islámico).
  • Budismo
En el Mahaparinirvana sutra Buda señala: "Comer carne destruye la semilla de la compasión y cada acción de un consumidor de carne aterrará a todos los seres debido a su olor corporal a carne". Y le dice a Mahamati: "Comer carne alberga innumerables delitos" (Lankavatara Sutra [Tripitaka n° 671]). También señala: "Si nadie comiera carne, nadie mataría un ser vivo para alimentarse [...] Se mata para el comprador, por lo que comprar es exactamente lo mismo que matar. Por tanto, comer carne puede cerrar el camino sagrado" (Lankavatara Sutra [Tripitaka n° 671]).
  • Hinduismo
En los Vedas, los escritos sagrados más antiguos del mundo, consta: "No debes emplear el cuerpo dado por Dios para matar a otras criaturas de Dios, ya sean seres humanos, animales o lo que sea carne" (Yajur Veda 12,32). También se señala: "Mientras no se mate a ningún tipo de seres vivos, se estará en disposición de ser salvado" (Manusmriti 6, 60). En el Mahabharata se dice: "El que quiera alcanzar la paz suprema no debe, en ningún caso, comer la carne de cualquier animal del mundo" (Anusasanika Parva 115,55). Luego: "Quien encarga matar o cumple ese encargo, quien separa un miembro del cuerpo, quien mata realmente a un animal, quien compra carne y la come, será identificado como asesino" (Manusmriti 5,51). También se señala: "Quien para su diversión personal arrebata la vida a inocentes criaturas de Dios, no alcanzará la felicidad en esta vida o en la vida posterior. A la vista de los métodos con que se procure la carne y teniendo en cuenta el sufrimiento de las criaturas [...] el hombre deberá renunciar a comer carne" (Manusmriti 5,45-49). Finalmente: "Quien autoriza a sacrificar un animal, cortarlo, matarlo, comprar o vender su carne, cocinarla, servírsela y comerla será considerado por todos como verdugo de animales. No hay pecado mayor que el de los que procuran aumentar su propia masa de carne a costa de la carne de otros seres" (Manu-samhita 5,51-52).
  • Otras religiones y creencias
En otras religiones, como en la base del jainismo (cercano al hinduismo) es fundamental la renuncia a la violencia; es así como en el Sutrakritanga se señala: "Un hombre que protege su alma y doma sus sentidos no debe consentir nunca en la muerte de un ser vivo".
En el Guru Granth Sahib, el libro sagrado del sijismo dice: "No digo que los Vedas, la Biblia o el Corán sean falsos. Los falsos son los que no los observan a fondo. Si dices que hay un solo Señor en el Universo, ¿por qué matas a las vacas?". Luego: "El mundo come cadáveres de animales, vive gracias al descuido y la codicia. Como los duendes o las bestias matan y comen carne cadavérica. Domina tus deseos o en caso contrario serás atrapado por el Señor y arrojado a los sufrimientos del infierno".
En el confucianismo se señala: "¿Cómo trata a los animales un rey santo? Los quiere ver vivir, no puede soportar contemplar su muerte. Escucha sus gritos de dolor y no puede comer su carne, pues no tiene valor para hacerlo" (Xin Shu, Tomo 6, n°7).
Señala el taoísmo: "¡Compra animales que hayn sido capturados y dales la libertad! ¡Que elogiosa es esa renuncia que elude al carnicero! [...] No vayas a la montaña para capturar pájaros con red, ni al agua para conseguir peces y pececillos. No sacrifiques los bueyes que aran tu campo" (Tao Te King).
En el bahaísmo se dice: "¿Cuál será la alimentación del futuro? Frutos y granos. Llegará un tiempo en que no se consumirá carne. La ciencia médica está aún en su fase inicial, pero se ha demostrado que nuestra alimentación natural es la que crece en el suelo" (Abdul-Baha: Die Tage im Licht aus Akka, 1979, p.8 y sig.).

Tal vez no somos creyentes y no necesitamos de estas palabras para convencernos de llevar una alimentación vegetariana o vegana, pero para quienes son creyentes, tal vez, es bueno que revisen las escrituras sagradas de su religión antes de asegurar que su deidad da plena libertad para maltratar a los animales no humanos, principalmente para la alimentación.

Fuentes: - Dahlke, Ruediger (2012) Alimentación vegana. Barcelona: RBA Libros.
              - Suma Ching Hai. La llave para la iluminación inmediata.

Por Cristina Valdivia L.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Los productos lácteos favorecen el cáncer


Se ha observado, en numerosos estudios, como una alimentación rica en proteínas puede activar el cáncer; así ha quedado demostrado por el Doctor T. Colin Campbell, autor de El estudio de China (ver reseña). En este último, Campbell relata como dos grupos de ratas fueron tratados con aflatoxinas, un poderoso cancerígeno que afecta al hígado. A uno de esos grupos se le administró, además, una alimentación enriquecida con un 20% de caseína (proteína de la leche), mientras que a la comida del otro grupo solamente se le agregó la cuarta parte de esa sustancia. Luego de cien semanas, todos los animales del primer grupo estaban muertos o moribundos. En cambio, el otro grupo, a pesar de haber recibido la misma cantidad de aflatoxinas, tenía a todos sus integrantes vivos, mostrando todos una gran vitalidad, lo cual se podía observar en su sedoso pelaje.

Por otra parte, hubo un descenso en el crecimiento de tumores de un 35 a un 40%, en el caso de los animales cuya alimentación pasó de ser rica en proteína láctea a ser proteínicamente escasa. Esos valores volvían a subir, cuando se volvía al exceso de proteínas. De esta manera, Campbell ha podido demostrar que la proteína de la leche influye en las células y las hace reaccionar como cancerígenas.

Fue así como Campbell, luego, realizó estudios con personas, en donde reveló que un elevado nivel de colesterol no solamente era un claro signo de la probabilidad de sufrir afecciones cardiovasculares, sino que también representaba un elevado riesgo de cáncer. El colesterol alto en la sangre surge por una alimentación carnívora que aporta gran cantidad de contenido graso; es decir, una dieta rica en alimentos provenientes de animales (lácteos, carnes) es realmente perjudicial para nuestra salud.

Fuentes: - Campell, T. Colin (2012) El estudio de China. Dallas: BenBella.
               - Dahlke, Ruediger (2012) Alimentación vegana. Barcelona: RBA Libros.

Por Cristina Valdivia L.

domingo, 20 de octubre de 2013

La pirámide alimenticia vegana


Much@s se preguntarán qué hacer para seguir una dieta vegetariana o vegana, qué comer, pues siempre, desde el colegio, hemos tenido en nuestras mentes que debemos consumir productos animales: carne, pescado y productos lácteos; así, siempre, nos lo presentaron en la pirámide alimenticia. Sin embargo, hoy les traigo la pirámide alimenticia vegana, para que tengan una idea de cómo alimentarse sin causar maltrato animal y sin poner en riesgo nuestra salud.

Tenemos que tener en claro que la pirámide alimenticia vegana, también se distribuye por grupos, según su orden de importancia; he aquí la división:

  • Cereales (6-11 raciones diarias): pasta integral, arroz integral, pan integral, trigo, maíz, avena, centeno, quinoa, espelta, mijo, etc. Ejemplo de una ración: 1 rebanada de pan, 120 gr. de cereales cocinados o pasta y 2 cucharadas de germen de trigo.
  • Verduras y hortalizas (3 o más raciones diarias): zanahorias, espinacas, col, pimientos, apio, tomates, acelgas, papas, cebollas, arvejas, espárragos, coles, etc. Ejemplo de una ración: 1/2 plato de lechuga o similar, 50 gr. de vegetales crudos, 80 gr. de verdura cocida y 1 vaso de jugo vegetal.
  • Frutas y frutos secos (2 o más raciones diarias): naranjas, manzanas, plátanos, frutillas, mangos, paltas, peras, ciruelas, higos secos, etc. Ejemplo de una ración: 1 manzana, 1 plátano, 120 gr. de fruta troceada y 1 vaso de jugo de fruta.
  • Alimentos ricos en calcio (6 a 8 raciones diarias): brócoli, espinacas, leche de soya enriquecida, tofu, higos secos, almendras, sésamo, etc. Ejemplo de una ración: 1/2 vaso de batido de soya enriquecida, 60 gr. (1 lonja) de tofu enriquecido en calcio, 1/2 vaso de jugo de naranja enriquecido en calcio, 60 gr. de almendras, 240 gr. (un plato) de verduras ricas en calcio (brócoli, col, berza,...), 240 gr. de legumbres ricas en calcio (soya, porotos...) y 5 higos.
  • Legumbres y derivados (2 a 3 raciones diarias): garbanzos, lentejas, soya, tempeh, tofu, etc. Ejemplo de una ración: 1 plato de legumbres cocinadas, 120 gr. de tofu o tempeh, 3 puñados de nueces y 2 vasos de batido de soya.
  • Otros (1 a 2 raciones diarias): aceite de oliva, leches vegetales, jugos, hamburguesas vegetales, alimentos enriquecidos con vitamina B12 (como ciertas leches vegetales o algunos productos de soya).*
Siguiendo esta pirámide alimenticia vegana, tendremos una alimentación sana, balanceada, sin faltarnos ningún nutriente para nuestro organismo. Como es posible que en Chile no encontremos alimentos enriquecidos con vitamina B12, se aconseja consumir Spirulina en tabletas, buena fuente de este nutriente.

Por Cristina Valdivia.

*Fuente: Rodríguez, Toni (2011) Delicias veganas. Barcelona: Ed. Océano. 


viernes, 11 de octubre de 2013

Breve reflexión sobre el especismo


No juzgo a las personas que dicen amar a los animales no humanos e igualmente se los comen. A pesar de que lo encuentro una inconsecuencia, puedo entenderlo, ya que no siempre es fácil dejar de comer animales no humanos. Sin embargo, siempre me ha llamado la atención algunas personas que se mueven por la noble causa de luchar contra la caza de ballenas.

Much@s lloran, con justa razón, y sufren al ver las macabras cacerías de ballenas en nuestros mares; sin embargo, siempre me he preguntado ¿por qué no lloran con la misma tristeza ante la pesca diaria de millones de peces? De hecho, muchas de estas personas que defienden a los grandes mamíferos, no sienten ninguna lástima al servirse algún pescado. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la diferencia que hace más especial a una ballena que a un pez? ¿El hecho de estar en peligro de extinción? ¿Su tamaño?

Si consideramos que la razón fuera estar en peligro de extinción, eso querría decir que si las ballenas llenaran las aguas saladas del planeta, no debiera importarnos su caza. Si la diferencia fuera su tamaño, estaríamos cayendo en un especismo, en donde, por ciertos atributos, consideramos a un ser vivo más "importante" que otro.

El término "especismo" fue introducido por primera vez por el psicólogo inglés Richard D. Ryder el año 1970, el cual plantea una discriminación moral basada en la diferencia de especie animal; en la humanidad, se enfoca en la superioridad que tendría el ser humano frente al resto de los animales no humanos, simplemente por ser un Homo sapiens, cayendo así en un antropocentrismo moral.

Por ende, podríamos definir al especismo como un prejuicio similar al sexismo, al racismo y al clasismo, donde, en el primero, simplemente se discrimina moralmente a un individuo por el simple hecho de pertenecer a otra especie. Y esto lo vivimos todos los días: comemos vacas, cerdos, pollos, entre otros animales, pero en la cultura occidental, no se nos ocurriría comer un gato o un perro. No importa si matamos una hormiga o un insecto, pero si el rey de España va de cacería con sus amigos a matar elefantes, nos indignamos. Y es en esos casos, donde caemos en el especismo. ¿Por qué la vida de una hormiga vale menos que la de un elefante? ¿Por qué si en una autopista, en la cual no puedo detenerme, atropello a un perro, sigo de largo? Pero, ¿si en la misma autopista, atropellara a un humano, pararía, a pesar de lo riesgoso que pudiera ser aquella maniobra?

Creo que la base para terminar con el especismo es un mínimo de empatía, ponernos en el lugar del otro. Tal vez, no podamos identificarnos con la vida de un cerdo o una vaca, pero para el resto de los animales no humanos su vida es importante en el mismo sentido básico que lo es para los animales humanos la nuestra. En general, todos los animales humanos y no humanos tenemos la capacidad de sentir, entonces, ¿por qué el dolor de un animal pequeño, ante nuestros ojos, es inferior a nuestro dolor?

Toda esta reflexión, me ha hecho recordar la siguiente parábola, que invita a ponerse en el lugar del otro:

EL JOVEN, LAS ESTRELLAS Y EL MAR 
  
Atanasio era un hombre entrado en años, inteligente, culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida. Solía ir a su cabaña de la playa, donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para sus libros. Tenía la costumbre de caminar antes de comenzar su trabajo. Un amanecer, mientras paseaba junto al mar, observó a lo lejos una figura humana que se movía como un bailarín. Se sonrió al pensar en alguien bailando para saludar al día.
 Apresuró el paso, se acercó y vio que se trataba de un joven. Comprobó que no bailaba, sino que se agachaba para recoger algo y suavemente, lanzarlo al mar.
A medida que se iba acercando, saludó: -¡Buen día, joven! ¿Qué está haciendo? El joven hizo una pausa, se dio vuelta y respondió: -Arrojo estrellas de mar al océano. -¿Por qué arrojas estrellas de mar al océano- dijo el sabio. El joven respondió: -Hay sol y la marea está bajando; si no las arrojo al mar, morirán. 
Pero joven –replicó el sabio- ¿No se da cuenta de que hay cientos de kilómetros de playa y millones de estrellas de mar? ¡Nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas! ¿Realmente piensa que su esfuerzo tiene sentido? 
El joven lo escuchó respetuosamente, luego se agachó, recogió otra estrella de mar, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó: “¡Para aquella… sí, tuvo sentido!”

 Por Cristina Valdivia

domingo, 15 de septiembre de 2013

El estudio de China


   Muchos argumentan que el ser humano es omnívoro por la evolución que este ha llevado; sin embargo, numerosos estudios han demostrado lo perjudicial que es consumir productos animales (carne, lácteos). Una de las investigaciones sobre nutrición más importantes es El estudio de China desarrollado por el Dr. T. Colin Campbell y su hijo el Dr. Thomas M. Campbell II.
   Al leer los resultados de este estudio, es realmente sorprendente la evidencia científica acerca del riesgo de padecer cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad solo por llevar una dieta que integre alimentos provenientes de animales.
   El estudio de China no por ser de una fácil lectura para un lector promedio, deja de tener el rigor científico que todo estudio de esta área debe tener. El Dr. Campbell, perteneciente a la medicina alópata, no solo se ha preocupado de hablar en un lenguaje relativamente sencillo, sino que, además, es riguroso a la hora de avalar su investigación con demostraciones, citas bibliográficas y mencionando a otros grandes científicos del área. Por otro lado, el Dr. Campbell lo arriesga todo al denunciar el lado oscuro de la ciencia y cómo esta se vende a los intereses económicos de las grandes industrias cárnicas y lácteas, e incluso farmacéuticas.
   Algunos de los hallazgos mencionados en esta publicación y también en otras revistas científicas más reconocidas, demuestran que:
  • El cambio en la dieta puede conseguir que los pacientes diabéticos abandonen su medicación.
  • Las enfermedades coronarias pueden revertirse mediante meros cambios en la dieta.
  • El cáncer de mama se relaciona con los niveles de hormonas femeninas en la sangre, determinadas por los alimentos ingeridos.
  • Consumir productos lácteos puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
  • Los antioxidantes presentes en frutas y hortalizas promueven un mejor rendimiento mental en la vejez.
  • Los cálculos en los riñones se pueden prevenir mediante una dieta sana.
  • La diabetes tipo 1, una de las enfermedades más devastadoras que puede sufrir un niño, está vinculada a los hábitos alimentarios infantiles. 
(Cita: Campell, T. Colin (2012) El estudio de China. Dallas: BenBella, p.3) 

   La lectura de un libro como este es indispensable no solo para quien inicia una dieta vegetariana o vegana, sino para la sociedad entera, la cual ha estado cegada y lo seguirá estando mientras persistan los intereses económicos de ciertas empresas.
   Para leer El estudio de China en formato PDF, presione aquí.

Por Cristina Valdivia.